12 de junio de 2008

POSTAL CUBANA ( por M.A.)

Aún no me había recuperado de las durísimas críticas del Prof. Martin Gittelman sobre la asistencia sanitaria en Estados Unidos cuando M.A. mandó por la noche este trasatlántico cargado de dolorosa y hermosa información. Cuando uno quiere hacer algo por los locos que mueren de frío contra el invierno de Harlem resulta que la única farmacia que queda abierta es la que se refleja más abajo sobre la vibrante cámara de M.A. Otra vez las dudas. No. Yo no creo que las dudas sean buenas para nada. Al menos las mías. Me bloquean, me irritan y me anegan el ánimo. Las seguridades llegan con los hechos. Con ese corte epistemológico de hecho que exige un gran angular en cada cámara, en cada iris, en cada mirada. Una mirada panorámica que huya de la interpretación sesgada, simple y miserable. Una mirada que eluda eslogans grandilocuentes tipo indiferencia de Occidente o mitos tan inciertos como el de la República de Berkeley. Se ve que con menos, nos apañamos.



-------------------------------------------------------------------------------------
M.A.


Estimado Theo:




Ser español, y visitar Cuba, es un viaje a todos tus pasados. Un cronopaisaje. Ser Ijon Tichy, condenado a encontrarte con todos tus yo antiguos. Sentarte al atardecer en la bahía de La Habana -la ciudad en ruinas más bella del mundo-, con el Castillo del Morro y La Fortaleza de San Carlos de acompañantes, es ver a C.P. llegando en 1896. Observarlo mientras abandona la ciudad en 1898, con dos estrellas de ocho puntas en la bocamanga y dejando su brazo derecho para siempre en estas tierras. C.P. era mi bisabuelo.



Ver al yo de 1941, con la cartilla de razonamiento en la mano: tres kilos de arroz, nueve huevos por persona y mes. Leche sólo hasta los siete años y la carne de ternera; en los diccionarios.

Cincuenta años de Revolución, algunos más sin libertad. Y llegar finalmente ¿a qué? A la desoladora conclusión de que no ha valido la pena nada, de que la mayoría de los acontecimientos no tienen más importancia que la que da la propaganda y la nomenclatura. Que, de tan insignificantes que acabarán pareciendo, hagan lo que hagan los dictadores sobrevivientes, y los alaben los fanáticos que quieran, seguramente nos avergoncemos de la pasión con que los hemos vivido. Triste destino el de Cuba; la legalidad encarnada siempre en algún tirano: reyes españoles, Weiler, Batista, Castro.


Te encuentras también con el yo de tu niñez. El paraíso perdido: las chapas, la peonza, las ferias ganaderas de San Agustín, las procesiones solemnes en Semana Santa, los partidos de fútbol en el prao recién segado, las primeras manzanas robadas en los huertos vecinos y los primeros amores inocentes. Lo ves cuando un camarero te pregunta si conoces una calle de Trasona en la cual nació su abuelo. Y te habla de Asturias, de su abuelo, de su padre (que se murió sin poder visitarla), de fabada y el arroz con leche!!!! Hasta que caes en la cuenta que nunca ha probado ni visto todo ello.


Y por supuesto, en ese desfile de agujero negro no podían faltar: el yo de hace tres días y el de ayer.


Al primero lo encuentras en una calle de Cienfuegos. Una vieja loca te acompaña durante cincuenta metros sin parar de hablar. Cuenta lo mucho que quiere a España, que la lleves contigo, te dice, te dice... Mientras, te vas preparando para cuando cierre la venta (¿tienes un jabón, un champú, unas medicinas?). De pronto te coge por el brazo, te para y te susurra: ¿sabes una cosa hijo? Ya queda poco, ya queda poco para cambiar esto! Y se va. Sólo alcanzo a gritarle: ¡Dios la oiga, Dios la oiga señora! ¿Dios? ¡qué cosas tengo! Igual de efectivo hubiera sido decirle: ¡Moratinos la oiga!


Los cubanos ya no creen en Dios, me lo confirma el cura andaluz -nacido en Burgos- de Trinidad. Y los que creen en Fidel se están muriendo. Hubo un tiempo de convicción en ser criaturas de Dios, de cumplir sus altos designios en la Tierra y un paraíso para los que se portaran bien. Ahora todo queda de nuestra cuenta.


Éste de 1975 es más joven que en la memoria. No tiene fatalidades, odios fratricidas, maldiciones esculpidas en los recuerdos. Siendo más joven, es más dado al olvido y la esperanza.


Al segundo cuesta trabajo reconocerlo. ¿Español o catalán?, me preguntan en un mercado callejero. Tras esa interrogación preventiva imaginas a Espada asintiendo levemente con la cabeza y murmurando no sé qué de trama de afectos rotos. Una entelequia camuflada en La Liga y El Corte Inglés.


Como decía un poeta: si esto sigue así, el día menos pensado, no soy yo el que veo en el espejo.



Un placer su blog. Saludos.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Whoever owns this blog, I would like to say that he has a great idea of choosing a topic.

Anónimo dijo...

Probably I can say with this blog make, more some interesting topics.

Anónimo dijo...

Thanks. Im Inspired again.

Anónimo dijo...

Well done for this wonderful blog.

Anónimo dijo...

Considering the fact that it could be more accurate in giving informations.

Anónimo dijo...

hola

pinchazo de alemania. croacia se postula como claro dark horse.

hacía años que no veía jugar a Austria.

hoy no dan el partido de la Nba por Cuatro. hélas.

Anónimo dijo...

Chapeau, m.a.

Anónimo dijo...

Severo correctivo a las revoluciones ya las dictaduras.
Muy bien M. A.

Anónimo dijo...

Los impagos en el comercio registran la mayor subida mensual en 15 años con un 84%

Abate Marchena dijo...

La felicidad del pequeño-bugués se explica, en que el presente lo hace universal y eterno.

Anónimo dijo...

http://www.sespatriste.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Gana Rafa.


Juega Nicolita.

ArchipielagoAvilés dijo...

En casa de mis abuelos paternos siempre nos recibía un diploma de estudios de Comercio en La Habana. Siempre me fascinó sus ilustraciones, sus musas y cuidada caligrafía con el nombre de mi abuelo.
Los cubanos descubrirán la libertad y a Dios con ella.

Anónimo dijo...

Fútbol jugado al itálico modo. Una Rumania que renace de sus cenizas y una Italia que pide el relevo generacional y que paga la excesiva dependencia de extranjeros en el Calcio.
Pero les quedan 90 minuti molto longui...

Anónimo dijo...

Si nadie lo remedia los cubanos lamentaran que el tirano palme en cama.

Anónimo dijo...

Menudo repaso le pega la tal Elena a una pobre e ignorante progre que escribe un artículo en el panfleto "Púbico" intentando defender a la indefendible miembra Bibí, esa zángana.

Los masocas hallaréis aquí el articulín.

--------
Comentario por Elena — 13/06/2008 @ 12:16
Perdone, Vd, pero juega de una manera poco tolerable con categorías que desconoce. Y juega a confundir. ¿Estará Vd. de acuerdo en que se diga ”cada vez hay más hombres ”cabezos de turco” sufriendo en Guantánamo”? Su ignorancia de la lengua me parece inaudita. Mire, la lengua es de todos: correcto. También son de todos los puentes colgantes que unen ambas orillas de un estuario: pero para construir, innovar, y diseñar sus aceptables formas correctas se recurre a un ingeniero de caminos, canales y puertos. Para la lengua existen técnicos también: no lo olvide deliberadamente. Y resulta que esforzándonos por un correcto uso del lenguaje y su enseñanza y trasmisión, vehículo fundamental para el pensamiento, tanto en su corrección como en la erradicación de expresiones sexistas, puede venir cualquier palurda a descalificar a toda una ciencia del lenguaje. Se equivoca Vd.: médicas ya tenían los romanos, y así las calificaban con este adjetivo (hasta puede Vd. visitar en Roma los restos de un templo circular de una diosa que en parte protegía las actividades ”cuidadoras de la salud” (medicae) y que se llama el templo de la Minerva Médica. Si se olvidó después por carencia de mujeres en la profesión, se recupera: y hay médicos y médicas. Y lo mismo para abogados y abogadas, etc. Sí señora: los términos que directamente designan personas y no son ambivalentes al género, si van marcados con una -o, exigen la alternancia -a. Pero el castellano conserva un inmenso tesoro del latín: los nombres y adjetivos para cuya actividad o cualidad no importaba el sexo ni el género -magnífico tesoro de igualdad conceptual en una lengua del que seguimos disfrutando-. Así, quien quiera o pueda, puede ser ”juez”, ”feliz”, ”estudiante”, ”pertinaz”, ”valiente”, ”imprescindible”, sin importar para nada lo que tenga entre las piernas. Otros sustantivos tienen género gramatical propio, epiceno si se quiere -o no, técnicamente hay variantes”. ”Miembro” (parte de un organismo) es miembro, y no hay miembra. ”Cabeza” (parte del cuerpo o elemento culminante y capital) es cabeza, y no hay ”cabezo”. ”Culebra” es culebra, y no hay culebro. ”Escarabajo” es escarabajo, y no hay ”escarabaja” Y ”mesa” (tablero con soporte de diversos usos) es mesa, y no hay ”meso”, así escriba Vd. un tratado de sofística sobre el tema.
Mire, no se trata de la anécdota de una bestialidad concreta producida. Se trata de que las brutales agresiones al lenguaje, sin criterio ninguno deben cesar ya. Seguramente ignora Vd. que ”jueza” es un término de sainete surgido en el S. XIX para mofarse de las mujeres de jueces varones, que se creían con atribuciones que no les correspondían. Por eso, si yo fuera juez (Iu-dec-s): el "ser humano que indica un derecho”, y me llamaran ”jueza”, me sentiría ofendida, máxime, dado el hecho de que no hay ”juezo”, y por tanto se presupone que hay que marcar con una -a una capacidad (la de juzgar) que en estado puro y radical sólo corresponde a varones.
Si por Vds. fuera, a lo largo de un siglo, una lengua habría sido destruida, y cada siglo tendríamos que estudiar la anterior para acceder a todo el saber escrito antes (y no tener que descubrir las Américas en cada generación), como ahora hay que estudiar Latín si uno quiere entender a Vitrubio o miles de cosas. Perdone, pero Vd. propone volver a la Alta Edad Media.
--------------

Logseno. (Y ministras paletas, tampoco)

Anónimo dijo...

Muchas gracias a todos: Sarapo, Fernando terreiro, desierto rojo...

Fernando del Busto: de momento me conformo con que descubran la libertad. A Dios ya pueden hacerlo ahora. No necesitan a la primera.

Chema, el nuestro se murió en la cama y no nos fue del todo mal.

Anónimo dijo...

Happel, sí señor. Una gran Rumanía ante Italia.
En cuartos ante España. ¿Con quién irá?