7 de enero de 2008

LA CONSISTENCIA DE LOS SUEÑOS




Una curiosa exposición en la Fundación César Manrique. LA CONSISTENCIA DE LOS SUEÑOS. Recorre la biografía de José Saramago. La exposición es maravillosa. Está plagada de fotos familiares y personales que jalonan la vida del Nóbel portugués. Y luego infinidad de cartas de amigos, de conocidos y de saludados. El ordenamiento cronológico permite ver de un vistazo cómo ha ido evolucionando la obra de Saramago. Muy interesante, ya digo.
Saramago me parece un personaje con pocos perfiles. A tenor de lo visto en Tahíche, nunca ha buscado esquinas ni dobles fondos. Yo creo que la mayor parte del deterioro, de la confusión o de la irritación que suscita la figura de Saramago viene del perfil que le han ido tallando sus valedores. Un par de entrevistas hagiográficas que te haga la voz babosa de Juan Cruz y eres hombre al agua.
Saramago es un tipo bronco, un comunista hormonal, un paisano que no necesita dobleces para decir lo que piensa. Eso es lo que le gusta a uno de Saramago como es lo que le gustaba de Haro Tecglen. Y eso es lo que le han ido quitando los alfaguaras como antes se lo habían hecho los planetas a Manolo Vázquez. Por eso el gran maestro Ferlosio sigue escondido en Coria, a buen recaudo de las fieras.
Lo demás, casi como siempre. Una obra poética sencillota y simple. Unas cuantas novelas maravillosas, unas cuantas fabulitas de catón marxista en Chiapas y unas cuantos ensayos frustrados. Y es que Saramago ha escrito mucho.
En la exposición se aprecia firmemente como cambia el Saramago posNóbel. Como se trastoca su vida social de cabo a rabo. Allí, junto al taro de Tahíche están los telegramas de felicitación del Rey, de Aznar, de Saavedra y del embajador Morodo. A partir del Nóbel, desde 1998, Saramago escribe muchos prólogos para la obra de amigos cercanos. Y curiosamente le sale un punto exhibicionista y burgués que le afea el rictus seco, esa mirada suya de sarmiento retorcido por el frío y el tiempo.
"Pedro, has logrado la belleza total", le escribe a Almodóvar tras ver Volver.
No hay belleza total, Saramago, no la hay.
Saramago anda pachucho de salud y tontea con la muerte en una clínica de la costa canaria. Los otros pacientes ingresados y el personal de la clínica le animan y todos esperamos que se mejore.
Yo creo que su obra será polvo en poco tiempo. Al contrario que el gran comunista integral que fue Montalbán, Saramago no ha sido capaz de crear una cosmovisión propia. En cambio, el charnego agradecido que fue MVM nos dejó Barcelona, una buena poesía, una gastronomía y nos explicó como vive la clase alta.
Saramago, en fin, tiene pendiente una entrevista a la contra que nadie le hará porque todos le hacen la ola.



49 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermosas palabras las que nos trae hoy Sarapo.
Nos ayudarán a meditar y a enfrentarnos a este día de luz gris y de fin de fiesta.

Anónimo dijo...

¡Mecachis! Que hace gamoneda en la casilla de Ana.

No, Art; a quien quiere parecerse es a Quevedo: tiene tal reputación que luego dicen los pobres Dios perdone al que murió.

Nunca le encontré nada a lo que he leido de Saramago salvo la noticia que pegaron en la sabanita de ayer ¡Genial contrapunto!

Anónimo dijo...

De Saramago no puedo hablar porque nunca me he atrevido a leer un libro por el escrito. Y digo que no le he hecho, porque he tenido varios libros suyos en vmis manos, he leido algún parrafo al azar, y esa breve lectura siempre ha sido suficiente como para desalentar una lectura completa. Algún día, estoy seguro, leeré algo del premio nobel, pero creo que todavía no llegó el momento.

Anónimo dijo...

El articulo de Arcadi como siempre parcial y sensacionalista. Me parece que cae en aquello que presuntamente siempre denigra: la subjetividad.
¿Estaba el señorito en urgencias?¿escuchó las palabras de los médicos? ¿simplemente se lo contaron? No, seguro que estaba allí, ¿como sino conocer el tono de voz con que los médicos se dirigieron a esas dos buenas mujeres? Sólo estando allí. ¿Estaba él allí Sarapo? Si no estaba puede ir rehaciendo ese artículo tan subjetivo, mentiroso y falaz.
Los médicos son los malos de la pelicula, como no va a ser así vistiendo como visten, como no va ser así si preguntan algo tan raro como ¿y ustedes que tal lo ven? Pregunta que al igual que Catalino, habré hecho ya un millón de veces (demonios la familia conoce al paciente mucho mejor que nosotros)
Mi experiencia me dice que el 20% de mis compañero médicos son unos gilipollas integrales, y que el 20%de los pacientes son unos anormales más cercanos a un orangután en su educación que a un ser humano.
Así que no hago una lectura corporativista del artículo, de ese gran manipulador que es el señor Arcadí.
E insisto en una cosa, ser lo suficientemente inteligente como para exponer tus argumentos de forma brillante, no te hace tener más razón.

Anónimo dijo...

Muy buen post.
A las diferencias habría que añadir, creo yo, la cercanía con la que escribe Montalbán. Y su ameneidad. Por contra, el Nóbel agarra el boli torciendo el gesto como si todo le oliese mal.
Que se mejore.
(Esto si no le toca en gracia un residente con wambas rojas).

Anónimo dijo...

Chema por una vez con usted en lo del anterior post.

Anónimo dijo...

En relación con "Las urgencias de Arcadi":
1. Es una situación que vemos en los hospitales, pero que quizas represente un 1% de las intervenciones de los medicos aquel día en urgencias y que la llevo a cabo uno de los 20 gilipollas que calcula simon suerte
2. El error grave del señor Espadachin es elevar a su altar mediatico la anecdota (1-10%) de lo ocurrido aquel día en Urgencias.
3. Lo interesante es como un tipo que no trabaja en el medio hospitalario puede llegar a captar y describir al gilipollas hospitalario con tanto acierto. Tiene su merito.

Anónimo dijo...

En relación a "mis Urgencias"
¿Cuantos de ustedes entrarian tranquilos en un Servcio de Urgencias, a la 1 de la madrugada, en una ciudad que no conocen, con la siguiente clínica? fiebe y disnea de instauración en horas y tal magnitud que no permite identificarse como médico ni avisar a familiares.
Yo me cago si veo las wanbas rojas....

Anónimo dijo...

Jordan, ¿estarías más tranquilo si te llevasen a una privada?

Anónimo dijo...

Tranquilo no estás si te vas a las Urgencias. A las wanbas no mires y busca la botella de O2. No gastes aire para decir que eres médico ya que, de entrada, no sirve de nada tal y como lo planteas.
¿Eres asmático?

Anónimo dijo...

No en la privada lo mismo.
La idea es que Urgencias esta abandonada. No interesa, no reduce listas de espera. No se invierte. Los profesionales se queman. Se marchan o se abandonan e su formación. Se contrata a cualquiera, porque nadie quiere estar ahí. Entonces aparece el chico de wambas rojas, tu en franca disnea, con tiraje, no puedes hablar, no puedes contestar. No lo percibe, no se le ha ocurrido ponerte el pulsiosimetro. No le puedes decir que no puedes respirar y entonces te chilla: "¡Le he preguntado que que le ocurre!". en fin un horror, una pesadila.
El cuadro clinico fue al azar. No tengo asma. Cualquiera puede coger un bicho y hacer una neumonia con insuficiencia rerpiratoria. Pero se me ocurren 100 ejemplos de situaciones en las que temblaría entrando en Urgencias sin poder identificarme.
Cuando es una urgencia no da tiempo para averiguar quien es "el medico", la referencia, al que debemos acudir para que nos ayude.
Quizas nosotros podemos acceder a casi cualquier compañero para que nos valore, en general nadie se niega a visitar a un colega. Quizas Arcadi tiene que ir a la puerta del clínico de la privada o de la mixta.

Anónimo dijo...

Jordan, creo que estamos confundiendo dos cosas. Una es la capacitación profesional de los trabajadores en Urgencias y otro es el trato que se le da al paciente y a su familia en esos momentos tan duros. Arcadi no critica la eficacia de una intervención técnica sino del tono irrespetuoso y degradante con que se dirigen a la familia de un moribundo. Ese "titella" y ese "la próxima vez que vuelvas, veremos si lo atendemos..." Ese tono macarra, retador, que exuda superioridad por todos sus poros.
No creo que Espada se meta en el queme de los profesionales. Y yo sí que creo que Urgencias interesa y que se puede gestionar medio bien.

Anónimo dijo...

Simón, se le ha movido a usted la raya del pelo y le ha encanecido la barba de tanta furia.

Sí, Espada fue testigo y puede hablar con conocimiento de causa. Al igual del psiquiatra que habló griego ante un hombre casi analfabeto. Lo que cuenta Espada es de fusilamiento al amanecer y ha pasado en un hospital punetro español.

Lo que yo no me creo es ahí pueda deducirse la imparable marcha hacia el final del espacio público. Pero Espada da dos pinceladas para indicar por donde puede hundirse el barco. Sobre todo si se quiebra la solidaridad hasta el punto de abandonar a los ancianos o de negar una transfusión a alguien de determinada edad.

Anónimo dijo...

Lo entiendo.
1.Arcadi critico las formas. He alabado su capacidad de reflejar algo que he visto antes.
2.He abierto un nuevo frente. En urgencias no solo se pierden las formas. se estan perdiendo las capacidades.
3. De acuerdo que urgencias se puede gestionar.
4. NO. NO. Urgencias no interesa. No se mete dinero, ni tiempo, ni recursos, al menos en Canarias. No me vas a convencer facilmente. Argumenta.

lafoca dijo...

Mi posición en el tema está empezando a cambiar. Si un médico ve 100 situaciones en las que se echaría a temblar entrando en urgencias sin poder decir que es médico... me estoy cagando ya. Oigan ¿basta decir que una es del gremio o suelen pedir en carné de colegiada?

Anónimo dijo...

La experiencia es un grado y esencial en la capacitación. Un MIR acaba su residencia y entra en la plantilla y es un buen refuerzo pero despues de 15 años es un buen profesional. El problema es que la gente esta 15 años, se forma y cuando estan "capacitados" salen pitando porque los hemos quemado. Ademas, ¿a la 1 de la madrugada quien esta en las puertas de los hospitales de España?

lafoca dijo...

Cada vez me queda más claro, vale más llamar directamente a la funeraria que ir a urgencias, te ahorras un paso.

Anónimo dijo...

no se si se va a hundir el espacio publico, pero estoy convencido que el privado a a crecer. un amigete mitad traumatologo, mitad fenicio que se esta pensando comprar una clínica me argumentaba: Sanidad es un valor seguro, no es tan rentable como el ladrillo, pero es mas seguro, te garantiza un 10% de beneficio anual. Florentino Perez y su grupo acaban de abrir una clinica en Santa cruz de Tenerife. Malo no debe ser. Los hospitales privados florecen como champis. el espacio publico va a sufrir. No se puede competir en desigualdad de gestores. Los de la privada son de verdad.

Anónimo dijo...

Tienes razón, Jordan. La única forma de ir apañando la sanidad pública es poner al mejor/los mejores en la puerta, quieran o no quieran, y pagarle con dinero y con otra cosa que se llama prestigio profesional y con medios para poner fin al disparate de usarlas para todo.
No es que no interesa, es que ni pueden, ni saben, ni lo intentan, ni les dejan.
En EEUU la puerta del hospital es donde estan los mejores y en su mejor momento ya que te empaquetan si fallas. Aquí los peores y en su peor momento, pipiolos sin ayuda. De vergüenza. Pero los pipiolos no tienen la culpa, la sufren y cagados de miedo, en el fondo, se endurecen tipo house.
No hace falta ser Arcadi para verlo.

Anónimo dijo...

Para lafoca:
Lo mi es exagerar, como lo de Arcadi. En los Servicios de Urgencias hay muy buenos profesionales. Pero como en todos sitios los hay nefastos.
El miedo es libre, y el mio es toparme con uno de estos, con zuecos naranjas, me remate, no se de cuenta y encima se vaya a dormir tranquilo. A la mañana siguiente los gestores contentos porque la espera media fue de 3 horas, no hubo reclamaciones, si una nota de agradecimiento. nadie ha avisado que esta enfermo y que no va a venir a trabajar y se puede ir a las 14'30 horas a recoger a su retoño a la guarderia.

Anónimo dijo...

Querido Sarapo, furia ninguna, hace ya tiempo que no me enfado por lo que pueda leer o oir decir a un periodista.

Totalmente de acuerdo con lo que usted expone. La Sanidad Pública es un bien muy precioso que es necesario cuidar, mimar y mejorar. Mi actitud personal es de total respeto a todos los pacientes (para eso me pagan) desde un profundo convencimiento que la rex publica sanitaria es imprescindible para un mundo realmente solidario. Todos conocemos compañeros que no son de la misma opinión, me temo que nos esperan tiempos duros a aquellos que creemos en una Sanidad Pública de Calidad, creo que podemos estar a punto de iniciar una travesia en el desierto.
Pero soy un optimismta por naturaleza y confio en que todo finalmente será para mejor. Un buen amigo me dijo una vez al respecto: "Tranqui Simón, y recuerda que en España quien resiste gana".

Anónimo dijo...

Gracias Catalino, vamos a ver si convencemos a Sarapo.
Ahora en los ultimos meses de mi segunda residencia soy un multiusos, chico para todo.

A: Cuando me mandan a la planta, las cosas van mas o menos. Le regalo a la institucion 2 horas (me voy a las 5), pacientes y familiares contentos, creo que no la cago demasiado y tengo la sensación del trabajo bien hecho.

B: Cuando me ponen a sustituir la monografica de un adjunto que no ha podido venir, empiezo a las 10, veo entre 10 y 15 pacientes, me voy a las 14'00 (antes que el gestor) y las cosas bien hechas. Las dudas para mañana y si hace falta que el paciente vuelva otro día.

C: Guardia en Urgencias: Un puticlub, y a poder ser no me salpique nada.

Como dice Catalino No hace falta ser Arcadi para verlo, solo hay que querer verlo. Uno se acostumbra y ya no molesta verlo.

El otro dia me fije en una residente de familia de mi hospital, la jodida lo tenia todo bajo control, joder, me dije, la tia es que es buena. Los demas son los que pasan de todo. Como dice Catalino, creo que gran parte de culpa la tienen los gestores.
La urgencia se merece ser como la monografica, o al menos como la planta.

Anónimo dijo...

Qurerido sarapo comprendo y comparto lo que usted me explica del comentario de Espada. Pero creo que este toma la excepción por norma, el trato que recibe el pobre anciano es deplorable, pero no es lo habitual y usted lo sabe tan bien como yo.

Anónimo dijo...

Chiiis, chiiis, oigan ¿se puede hacer una pregunta? Si las wambas del médico son azules ¿me puedo fiar?
…..
Aaah, ya, que es una metáfora, que el color es lo de menos.
Entonces, si el médico calza zapatos ¿me puedo fiar?
….
Aaah, ya, que la metáfora alcanza a cualquier tipo de calzado.
Pues lo tengo bueno ¿cómo carajo voy a saber si estoy en buenas manos?
….
Aaaaah, ya, eso sólo lo saben los que sobreviven.

Esto, estoo, estooo, estoooooo… SOCORROOOOOOO.

Anónimo dijo...

Sarapo lo sabe, Jordán, y yo no le culpo de que prefiera estar donde está a permanecer en la puerta de un psiquiatrico viendo horrores y coñazos; ni al niño bonito que no ha visto un enfermo pero que publica siete artículos de IMPACTO al trimestre que ese si que está valorado y venerado.
Los buenos clínicos que siguen en la trinchera con el barro mantienen lo que queda de bueno y los hay y les duele y siguen hasta que ...

Anónimo dijo...

Creo que en google, o era en Apple, o en Windous calzan wanbas. Lo sé por las revistas.

Anónimo dijo...

Así es querido Catalino, así es...

Anónimo dijo...

Las condiciones de trabajo de un médico de urgencias son de las más duras que se pueden encontrar en esta profesión. Muchas horas, no demasiado bien pagadas, poco reconocimiento del trabajo realizado, mucho paciente exigente y tocapelotas, las gerencias suelen pasar de ellos...
Hay que ser muy especial para ser médico de urgencias y no acabar amargado. Alguien debería explicar esto a más de uno.

Anónimo dijo...

Hola. Coruña preciosa.
Cuando soy enferma odio a los médicos. Últimamente los odio hasta siendo médico. El último matasanos que sufrí tachó de terminal a mi tío HACE UN AÑO. Es cardiólogo en mi hospital de referencia, el cenutrio. A mi tío le han tocado 50 millones 300.000 € en la lotería de Navidad. No es broma. No erró diagnóstico, sino que se comportó como un prepotente que parte y reparte vida o muerte. Mi padre, macarra transmisor del gen macarra a su hija, casi acaba a palos con él. No faltaron las ganas, se lo merece. El médico tiene, no se lo pierdan, 35 años. Así se las gastan los del fonendo. No hay disculpa. Yo voy con Arcadi.

Anónimo dijo...

Sólo le han tocado 300.000 €, sorry.

Anónimo dijo...

Y decí que no sólo erró dx ..(abreviatura de diagnóstico, por si se pica algún listillo...)

Anónimo dijo...

En cuanto a los ancianitos, antes solía extrañarme que la gente se extrañara cuando les decíamos que mejor llevarlos para casa, que no había mucho más que hacer y, ya saben, el trasto viejo molesta en los hospitales. Ahora lo veo de otra manera. El hecho de que le queden 3 años de vida y no 30 no nos otorga poder para decidir por ellos; ni siquiera para aconsejar, pienso a veces.
Voy a olvidarme, como los de G.H. con las cámaras (otra en portada de Interviú, qué recatadas estas chicas), que estamos en la red y nos puede leer mucha gente: hay otro mecaniconcito en camino.

Anónimo dijo...

Que bueno, Meca, esta vez soy el primero en daros la enhorabuena.

Anónimo dijo...

Mecas, muchas felicidades.

(Tengo mucho que leer que llevo una semana alejada del mundanal ruido.)

Loiayirga dijo...

Meca, enhorabuena. Yo de lo más orgulloso que estoy en la vida es de haber tenido hijos. Es lo mejor que me ha pasado. Aunque algunas veces me lo hagan olvidar los muy ...

REcuerdo que este verano hizo usted un comentario en mi blog muy emocionante. A ver si se pasa algún día usted por allí.

A los demás. Les prevengo contra el comentario de Mecanikong. Una persona es más creible cuando habla "en contra de si mísmo". En este caso un médico hablando contra los médicos. Eso no quiere decir que lleve razón. TAmpoco que no la lleve. Lo estudió Aronson en "El animal social", libro que les recomiendo vivamente y ese pasaje lo pueden leer
aquí

Mecanikong, ¿por qué insiste tanto en los 35 años? ¿qué tiene que ver la edad del médico? No lo entiendo. ¿Quieres decir que ya es un hombre con experiencia (con 35) y que quízás sería disculpable en un principiante? Supongo que es eso. Soy un poco lento entendiendo.

La conclusión que yo saco de oirles hablar a ustedes (muchos médicos) es que son ustedes seres humanos y como tales tienen los vicios, limitaciones y soberbias de los demás seres humanos. Pues eso.

Ya lo sabía. Les pasa lo mismo a los profesores. Aunque a veces cuando pienso en los profesores de mis hijos me olvido, y creo que son seres con un conocimiento especial del mundo y con una preocupación absoluta por el aprendizaje de mis niños.

Luego me miro a mismo, me imagino que son como yo y me echo a temblar. A veces me sorprendo de que el mundo vaya como va. Demasiado bien para como somos nosotros.

Anónimo dijo...

Gracias, gracias.
Loia: un tío con 35 años creyéndose dios a mí me asusta y me da, no sé cómo se lo voy a decir, ¿asco? Sí, es repugnancia lo que me provoca. Entiendo que Valentín Fuster esté endiosado, y seguramente no lo esté. Alguien con una trayectoria que lo avale tiene algún derecho a creerse alguien importante y dictar sentencia. A los 35 se está para mirar a los demás y ver cómo se quiere ser.
Un médico de urgencias gana una media de 2500 euros, o 3000 mensuales. ¿Poco? Ja. Las condiciones laborales son muchas veces pésimas, de acuerdo. Los pacientes no tienen la culpa.
Nunca digo que soy médico cuando voy de paciente, ni cuando voy con alguien de mi familia.
No siempre se encuentra uno con dioses, afortunadamente.

Anónimo dijo...

Para desengrasar.

EL DOCTOR MUERTE

Le pusimo ese mote una tarde de domingo, bajo la canícula agosteña, en la terraza de la Salamandra. Estábamos Hector y yo, hablando de los fichajes del Valencia, de las tetas de la vecina, de nuestra incapacidad para salir del barrio incluso en pleno verano. En esas, bajó una ex-camarera del garito llorando. No recuerdo su nombre, pero estaba bien buena. Y cuando digo bien buena no exagero ni un pelo.

"Creo que mi abuela ha muerto" nos dijo. Y sin ser Camus, aquello me sonó a Camus: "Hoy ha muerto mamá".

Nos preguntó si conocíamos a alguien y enseguida pensamos en el que ese mismo día se iba a convertir en el doctor Muerte. Le llamamos al timbre y bajó al instante. Legañoso, sucio, en chancletas. Se fueron los dos a casa de la abuela. La chica y el doctor. De refilón ví que llevaba el Meyba con nicotina en la parte del culo; o sea, medio cagado. Toda una impresión.

Hector y yo nos quedamos en la terraza. Algo conmovidos. Aunque tampoco mucho. Eran las 4 de la tarde y no se veía un alma.

Al rato volvió el doctor Muerte, ya convertido en doctor Muerte.
-Es verdad, estaba muerta, dijo nada más llegar.

Entonces se sentó en la mesa de al lado y pidió un gin-tonic.

Cuando volví a la noche después de correr en bici, ir al cine, echar un mal polvo y cenar en Burger King, ahí seguía. Borracho, enajenado, musitando algo en voz muy baja. Algo así como esto que ahora trascribo: "jodidos viejos, siempre me tienen que joder la siesta".
Murió la vieja pero nació un mito: el doctor Muerte.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el nuevo mecaniconcito en camino.
.............
Nos molestan los pacientes que no sabemos abordar:
- El viejo que tiene muchas patologías, síntomas inaparentes y que reacciona peor a los tratamientos.
- El paciente psiquiátrico o con una psique especial: decimos que lo suyo es "supratentorial".
- los pobres, aquí decimos que es un problema social.
En cuanto a los viejos hay que pensar que son los que más han cotizado, por lo que deberían tener más derechos, pero aquí impera la realidad económica:uno vale lo que vale su futuro.

Anónimo dijo...

Felicidades, mamáXX, papáXY y padrinos de pantalla y blog ¡Yupiiiii!
Ahora me voy a dormir una siesta que anoche me tocó guardia en la puerta del Hª TL, con la excitación y el estrés no he dormido nada bien.

Anónimo dijo...

Enhorabuena, Mecas. Hay que petar ese monovolumen como sea.
A ver si es niño para que cuando crezca ayude al Depor a subir a Segunda B.

Anónimo dijo...

Yo creo que de padrino, Catalino.

Anónimo dijo...

Casale, eres implacable.

Anónimo dijo...

O jugar con el Sporting en primera. Qué malo es usted, con lo que sufren en Coruña. Ojalá "el Bilbao" baje a segunda, hala.

Anónimo dijo...

Enhorabuena XX y XY. Muchas, muchas felicidades.

Loiayirga dijo...

mecanickong, si quiere puede usted leer en mi blog lo que escribió mi hermano cuando nació su primer hijo.
puede encontrarlo aquí

Anónimo dijo...

Un vaso de leche para un ataque al corazón
La Fiscalía de Guipúzcoa pide tres años de cárcel para un médico que recomendó un vaso de leche a un paciente con dolor en el pecho y que murió horas después de un ataque al corazón

Anónimo dijo...

En el descanso de la primera clase, después de una hora larguísima sumergido en el lodo de la inane mediocridad desvergonzada de un triste apparatchik universitario, he subido a la biblioteca y he encontrado en un viejo número de Claves de la Razón Práctica un precioso retrato de Sándor Márai firmado por Imre Kertesz. Por la noche, después de cenar y hablar con I, he entrado en internet en busca del gran escritor húngaro que se suicidó en San Diego. He encontrado este hermoso artículo de Rosa Montero,

EL TESORO DEL TABERNERO HÚNGARO

En el poderoso libro de memorias ¡Tierra, tierra!, de Sándor Márai (editorial Salamandra), que ya he citado en algún otro artículo, se cuenta la preciosa y conmovedora historia de Poldi Krausz, un tabernero de Budapest. Poldi era un hombre humilde y de origen campesino; tenía una tasca llamada la Bodega Recóndita que se había convertido en un local popular entre los escritores, artistas y poetas de la ciudad. De hecho, Sándor le conocía porque frecuentaba el sitio. En la sombría primavera de 1944, la Gestapo recorría Budapest deteniendo y deportando a los judíos y a todos cuantos consideraba enemigos de los nazis. Un domingo de marzo, Poldi llamó inopinadamente a la puerta de Sándor, en cuya casa nunca había estado. Traía un paquete bajo el brazo envuelto en papel de periódico. “Guarda esto”, dijo al sorprendido escritor. “Alguien me ha denunciado. No tardarán en venir a por mí. Guárdalo y cuídalo, por favor”.

Márai abrió el rústico paquete y descubrió un modesto álbum de firmas, el libro de honor en el que, durante años, el tabernero había pedido a sus clientes que anotaran algo. Había dedicatorias, dibujos, frases y chistes salidos de la mano de artistas, escritores, periodistas y noctámbulos de toda calaña. Esa libreta llena de pequeños recuerdos era la joya del tabernero, su pertenencia más preciada. “Sus manos temblaban al entregarme el álbum, la obra de su vida, su único tesoro”, escribe Márai. Y más adelante: “El tabernero no lloraba, pero sus ojos estaban húmedos y sus labios temblaban debajo del bigote”.

Sándor no consideró prudente quedarse con el álbum, porque él mismo estaba a punto de salir huyendo de su casa, y en su ausencia, en efecto, su piso fue asaltado y sus pertenencias destruidas. De manera que dio al tabernero un par de direcciones en donde podría dejar guardado su cuaderno con más seguridad. Poldi se marchó abrazado a su álbum y Márai no volvió a verlo nunca más. Tiempo después supo que no le había dado tiempo de salvar el libro: pocos días después de aquella visita, Poldi fue detenido y trasladado, junto con su esposa, a un campo de exterminio en Polonia. Tal vez conservara su cuaderno hasta el final.

“Toda vida humana tiene algo único”, dice Márai: “Algo que uno prepara durante mucho tiempo, algo que cuida, que va formando poco a poco, que mima. A veces es una persona. A veces, una obsesión. En la vida de Poldi Krausz, el tabernero del barrio de Tabán, en esa vida pobre y humilde pero siempre jovial, aquel álbum era su obra maestra”. En el amor que Poldi sentía por el cuaderno debía de influir, desde luego, su admiración por los artistas húngaros, por los personajes y personajillos más o menos famosos de la noche de Budapest que habían frecuentado su taberna y, por consiguiente, su trato. Pero sus lágrimas seguramente se debían al rastro candente que los buenos recuerdos dejan en nuestra conciencia. Ese álbum era en realidad un libro de memorias, un testimonio de los mejores momentos de la biografía del tabernero y una reafirmación de su proyecto de vida. Seguro que Poldi planeó su futuro en torno a ese álbum, seguro que se imaginó en su plácida ancianidad, orgulloso de todas las firmas ilustres que habría recolectado para entonces y que él enseñaría de cuando en cuando con delectación a los amigos y a los nietos. Por eso es por lo que lloraba Poldi, por eso es por lo que lloramos todos: por autocompasión, por la pérdida de nuestros bellos sueños, por el destrozo de nuestras ilusiones.

Sí, supongo que todos acarreamos un pequeño equipaje, ese tesoro del que hablaba Márai, que es donde depositamos nuestro orgullo, nuestra sensibilidad y nuestra esperanza. A veces me pregunto en qué pensaré cuando me esté muriendo, si es que dispongo de tiempo suficiente. No se trata de una reflexión morbosa, sino de un intento de desentrañar cuáles son mis recuerdos primordiales, qué hechos y qué elementos de mi vida forman el nudo y el corazón de lo que soy. En el último instante, ¿a quiénes o qué recordaré? ¿Qué memorias arderán en mi mente cuando todo se apague? Ese pequeño equipaje es el resumen de toda tu existencia. Uno no muere solo: muere, en realidad, abrazado a su tesoro íntimo, como el tabernero a su cuaderno. Y después todo vuelve suavemente a la nada, como el castillo de arena que la marea borra.

Anónimo dijo...

Lástima estropear el perfecto punto final de Happel con una simpleza de cajón.
La gente perdona mejor un error asumible que un desplante prepotente=estúpido.

Sarapo yo acepto pero sepa que ya me siento de Sabela a la que veo en cuanto abro Mis imágenes carpeta Ilustres [vista en miniaturas] leyendo Guerra y Paz o con petits lapins et un petit sacando la lengua y metiéndose el índice.

Loiayirga dijo...

¿Y la Foca?
¿Y Ana?