
Este año se emite la última temporada de la serie televisiva «Los Soprano». Las andanzas de Tony Soprano tocan a su fin. La serie cuenta la historia de un jefe de la mafia en el Nueva Jersey de nuestros días que sufre ataques de pánico, toma Prozac y que visita regularmente a una psiquiatra más necesitada de ayuda que el propio paciente. Tony, el gran capo mafioso que guía con acierto a las familias acogidas bajo su protección, es incapaz de entenderse con su auténtica familia: ni su esposa ni sus hijos adolescentes le soportan y le abandonan en cuanto pueden.
La serie, que se emite desde 1999, ha tenido un gran éxito de audiencia en los Estados Unidos. Ha revolucionado el mundo de la televisión al convertir cada capítulo en una pequeña película muy pegada a la realidad. Antonio Muñoz Molina escribió hace ya unos años que, a la luz de Tony Soprano, Vito Corleone resultaba un personaje artificioso. Creo que Muñoz Molina dio en el clavo, aunque su revolucionaria y herética sentencia haya pasado desapercibida. Lo que Los Soprano han puesto sobre la mesa es una mirada realista, veraz en un circo acostumbrado al dislate, a la hipérbole y a la idealización.
Tony Soprano es un tipo vulgar, mas bien zafio, oscuro, impredecible, violento, tosco y, sobre todo, desconcertante para el espectador. Un tipo que te puedes encontrar cualquier día en el supermercado y que, probablemente, te pasará desapercibido, indiferente, porque es un tipo normal, del montón. Y no un histrión.
En España, «Los Soprano» no han tenido tanto éxito. Por aquí seguimos abducidos por una de las series más absurdas jamás filmadas. «House». El doctor Gregory House. Tal vez algún día llegue a entender el éxito de una serie tan falaz como «House» donde nada es verdadero. Un médico inverosímil que se rodea de un equipo de colaboradores aún más inverosímiles por su omnipotencia para realizar todo tipo de intervenciones médicas y que tratan a unos individuos afectados por unas enfermedades rarísimas. Los diagnósticos de House están cogidos por los pelos y la celeridad con la que pauta tratamientos causaría pavor en cualquier hospital.
Lo curioso es que la serie atrae a la sociedad en general, pero, lo que es peor, atrae también ¡a los propios médicos! El público en general parece que se siente encantado con un médico que ignora sus sentimientos, que les insulta y les veja y que muchas veces ni les cura sus padecimientos. Ya decía el recientemente desaparecido Paul Watzlawick en «El arte de amargarse la vida» que hay gente que no descansa hasta que no se complica la existencia, vamos, que hay gente a la que le gusta sufrir.
Entiendo la seducción que la medicina hipertecnificada housiana puede generar en el gran público. Me dicen que los médicos españoles contemplan la serie con una sonrisa en la boca al connotar a House como a un colega gracioso y desquiciado, aunque es incierto que esto sea así. Los daños colaterales empezarán a surgir, porque dudo que sea tan fácil separar la ficción de la realidad. O sea, la caricatura del retrato real. Siempre gana la ficción. Y habrá quien se identifique con House y habrá quien quiera ser su paciente.
La capacidad de mímesis de la literatura y el cine debieran ser tenidas muy en cuenta a la hora de abordar algunos temas de especial interés social. La medicina es uno de ellos. Tal vez uno de los más sensibles. Ya tenemos sensatos y dignos precedentes: «Urgencias» y «Hospital General». Pero más «House», ¡no, por favor! O acabaremos dándole la razón al parapsicólogo Pedro Almodóvar cuando dice que la vida imita al porno. O vociferando como hace Tony Soprano a uno de sus secuaces que está obsesionado con «trabajar» con la solemnidad y el buen gusto de un mafioso sacado de «Uno de los nuestros» o de «El Padrino» o de «El precio del poder»: ¡Las películas! ¡Las películas! ¡Siempre las malditas películas!
25 comentarios:
Anónimo dijo...
ASFEDRO, ¿Quién piensa en los trabajadores?
Jesús García González. Jueves, 12 de Abril de 2007
En la edición de Ferrol de La Voz de Galicia del día 12 de abril de 2007 puede leerse la noticia "El presidente de ASFEDRO niega las irregularidades...".
Es sorprendente que, cuando los trabajadores llevamos casi tres meses y medio sin cobrar, la preocupación de los responsables de ASFEDRO sean las críticas recibidas y no la situación de sus trabajadores, que, por otra parte, siguen cumpliendo impecablemente con sus obligaciones. En mi humilde opinión los hechos son muy sencillos: ASFEDRO recibe dinero público para pagar a sus empleados y debe gestionarlo para poder cumplir con su obligación de abonar los salarios durante todo el año, como hacen el resto de las asociaciones dedicadas al tratamiento de drogodependientes, independientemente de las fechas en las que se ingresan las partidas correspondientes a la subvención. Estos son los hechos. Relacionar el problema con no sé que cambios que la consellería, supuestamente, "pretende llevar a cabo", es desviarse del problema inmediato, que no es otro que el incumplimiento de la obligación legal y moral de pagar a los trabajadores.
11:00 AM
Anónimo dijo...
Jesús García González es psiquiatra con 14 años de experiencia y 8 de trabajo continuado para ASFEDRO.
11:01 AM
mecanikong dijo...
Ánimo Jesús, como dice Marni, ¡ a las barricadas!
11:06 AM
chema dijo...
¿Las empresas que reciben subvenciones de dinero público no tienen unas obligaciones legales con ese dinero?
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De House no voy a opinar que ya se ha hablado mucho sobre Gregory. Lo dejé en la segunda temporada.
Lo que es preocupante es el seguimiento de la serie de Peter Griffin por niños de corta edad e incluso por mayores.
Eso sí, donde estén los Corleone que se quiten los Soprano.
Es solo ficción, es solo un entretenimiento.
11:31 AM
ch dijo...
Un incendio en el Pozo María Luisa de Hunosa genera una gran nube de humo en Langreo
11:33 AM
jocomomola dijo...
Llevaba un par de semanas sin leer este blog y ya me he puesto de mala hostia ( de la hostia).Y no suelo decir tacos.
Y encima me preguntan si estoy en Roma!
Más bien soy un legionario de los últimos de la fila que hacen rimas en latín.
Hay que joderseee
Gracias a DonCat por su afiche lisboeta. ¡Y que letra tan bonita tiene¡
Hoy me ha dicho un compañero que le gusta lo que escribo, que le gusta mi pluma.
Si es que consigo reponerme de lo que ha declarado Martín Garzo en este periódico, a saber, que los novelistas somos "traficantes de especias", o sea, potenciadores ilegales del sabor, y que no añadimos nada porque el sabor ya estaba en la cosa que se condimenta, o sea, era preexistente. Así que delincuentes e inanes. Se le quitan a uno (me refiero a mi) las ganas, no me digas.
45.000 personas vieron ayer "Los Soprano". Eso dice el share. Unas cuantas menos ven a Mercedes en las noticias en bable de TPA. El primer día Mercedes tuvo diarrea, palpitaciones, mareos y quería largarse del estudio. Ahora sigue casi igual pero ya no desea irse aunque la tele no es lo suyo. Mercedes es la mejor persona que conozco, la más buena y la más cariñosa. Nos vemos en La Garnacha, amiguina televisiva.
Paula, ¿también sabe usted de shares, audiencias y conoce a los de la tele?
Paula, eres un sol, lo tienes todo.
A mí la fiction que más me gusta es la de Josiah Bartlet. De Los Soprano ví la 1ª y 2ª temporada en unos dvd prestados por sarapo y se me hacían aburridos, la psiquiatra no me molaba nada.
No se lo van a creer, pero me han enviado una carta del Equipo de Valoración de Incapacidades citándome para el día 16. Estoy por ir, con suerte me dan una tarjeta de esas para aparcar en zona amarilla.
Chema, seguro que Paulita ya tiene una tarjeta para aparcar en zona amarilla. Por Foca.
Si yo tuviera una tarjeta de esas iba a aparcar todos los días en el descampado de la avenida cervantes, ya.
Mercedes trabajó en el Ayuntamiento (sin cobrar, qué cosas) y el marido es el dueño de La Garnacha, así que hasta usted podría conocerla, querido Chema.
Foca, se nota que eres vinatera.
Hoy iremos a La Garnacha, mira.
Gracias por el consejo.
Así cambiamos del Sal de Mar y La Marina. Parece que han abierto un Café Menéndez o algo así en lugar del horrendo Angel Azul.
Recorreremos la noche avilesina hasta apuñalarla.
¡Qué pedazo hijop. era Cortázar¡
Calabozo del aire le decía al tiempo.
Increíble.
Alberto, lea Historias de cronopios, del finado JC y lo entenderá mejor.
El Menéndez, y me baso solo en lo leído hoy en LNE, parece muy adecuado para su edad, Sarapo. Si va a La Garnacha, una parte de mi familia será un poco más rica. -)
Las series televisivas son infumables. Fíjense en los Alcantara. No es posible que en una sola familia la hija se lie primero con un hippy, después con un actor, más tarde con un cura...
que el hijo mayor se líe con la vecina, que la vecina se case con el tendero y que después se crucen en el portal como si nada ((pero coño, si hace dos meses te la estabas cepillando furtivamente)),... que la abuela de los cojones pase de confesarse todos los días a alternar con un abuelete enrollado. Y así hasta la nausea. Un rizo permanente y engorroso.
y luego hay gente que pone en duda la verosimilitud de lo que yo escribo. No me extraña. Tanta tele atrofia lo que de verdad sucede ante nuestros ojos. Porca miseria.
viejo Casale (ya recuperado)
Pido disculapas por el tono localista.
En la antigua confitería Santo Tomás (C/Rui Pérez) han abierto una coqueta cafetería. Sin duda Foca-Paula podrá ofrecernos algún dato más.
Oiga Casale y cuando se cruzan en el portal los que antes se cepillaban furtivamente y ahora están en parte casados... ¿qué quiere que hagan? ¿que se insulten? ¿que vuelvan al folleteo?
Lo siento Chema, mis paseos por Rui Pérez son tan escasos que ni sabía lo de la coqueta cafetería. En Santo Tomás entré una única vez a comprar una bomba en la época en que decidí probar las bombas de todas las confiterías de Avilés y comarca para saber cual era la mejor. Me reservo el nombre de la ganadora no se vayan a agotar. La peor y con diferencia la de Carlota en San Agustín.
Foca, esa bomba ¡Ya¡ aunque sea en correo privado.
Y gracias por mandarme al Menéndez, yogurina.
¡Hombre¡ ¡quién verá al Doc Torledo entrar del ganchete en la coqueta cafetería a donde acudirá lo mejor del Avilés de toda la vida.
Los mejores pasteles de Avilés en cuanto a sabor hoy por hoy los tiene Almabe, no puedo decir lo mismo del tamaño. Tengo compis que defienden la opción de La Casería y de Polledo pero... El Bollo que llevé para Zaragoza de Almabe también estaba deliciosamente en su punto.
Siento privarles de mi imprescindible presencia pero nos vamos a cenar a Casa Diego, en Piedras. Un dispendio que no deberíamos permitirnos ninguna de las cuatro pobretonas pero visto que Garzón pronostica un inminente atentado vamos a gastalo antes de que sea tarde. Hala, que sean felices.
No me habré yo comido bombas ni nada en la confitería Santo Tomás.
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Diálogo ayer en una calle de avilés:
- Oye, ¿por qué a X le llamabamos Caracol?
- Sí, es verdad. ¿Como era? Ah, sí. Por baboso y arrastrao.
Las series a mericanas son mucho mejores que el cine americano de éxito. Miren las diez películas americanas de mayor recaudación.
Un déficit agudo de carboxihemoglobina y nicotina me tiene chafado y anhedónico.
Está escrita sobre una maleta y no es perfecta, JJ. No tengo defensa posible en caso de error en el juicio diagnóstico: mi letra se entiende. Sorprendido de lo bien que funciona correos en Salinas.
Fer, lo intento. En ello estoy.
Algún gesto cómplice, alguna muestra de incomodidad, algun leve parpadeo...pero no: sólo una repentina y cordial relación de vecindad nada creíble en quienes han sido amantes furtivos y protagonistas sonados de un escándalo que en su momento parecía el no va más dentro del folletín. A eso me refiero querida lafoca. Tanta madurez *indiferente* es lo que me escama. Pero reconozco que un polvo repentino en el portal estaría muy bien. Y que en ese momento entrara Desi el tendero y los pillara. Claro que si. O mejor aún, que los pillara la abuela plasta y el hijo coñazo, el tal Josete. Eso sería lo suyo.
viejo Casale
Hola Juanjo!
Yo también prefiero mucho más los Soprano que House, en el que cada vez veo más implicaciones extrañas en lo que a sus seguidores respecta. Toda la serie es absurda, y sólo el personaje podía tener su gracia en un principio (yo ya me descolgué al final de la primera temporada), pero sus creadores han abusado de sus tics exagerándolos cada vez más y más.
Sobre lo que dices de la mímesis: hay de todo, los que se identifican con él, los que con sus víctimas,... aunque con los que yo más me he topado es con aquellos a los que, desde las antípodas del 'talante' housiano, desearían ser como él, torturar y putear a sus semejantes de esa manera que a mí tanto me recuerda a las SS. Me gustaría que en vez de ubicar elt ema en un contexto médico los creadores se hubieran decidido por un campo de concentración, pues tal vez todos estos que tanto disfrutan con el sujeto lo entendieran y vivieran todo de otra manera.
saludos
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